miércoles, 1 de diciembre de 2021

Otro diciembre

Diciembre, al fin, otro diciembre que vuelve a marcar el final convencional del año mediante esos períodos cíclicos con los que medimos el paso del tiempo, si es que tal cosa existe. Y un nuevo diciembre, tan igual y tan distinto a cualquier otro, en que lo único que cambia somos nosotros, los que nos afanamos en racionalizar su medida, su transcurrir desde el pasado hasta el presente y proyectarlo hacia el futuro.

Y como cada año, fiel a mis debilidades, tan influyentes o más que mis fortalezas, vuelvo a rememorar y recomendar la manera más grata de celebrar este mes icónico del cambio de ciclo, sino con música, esos sonidos armónicos que estimulan estados de ánimo que nos permiten apreciar la nívea belleza de la estación que ahora comienza. Diciembre, para mí, siempre se acompaña de las notas musicales de George Winston, de esa melodía que invita al recogimiento y la reflexión, y al recuerdo nostálgico de aquellos momentos felices que nos ha proporcionado la vida a lo largo, precisamente, del tiempo. Por eso, soy incapaz de desligar sentimentalmente diciembre de December, sin que la emoción que me despierta esta fecha no haga germinar la que me provoca esta pieza de piano, fundiéndose ambas en un único estremecimiento. Siéntanlo.


     

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