Fotos: Galería gráfica del Colegio de Enfermería de Sevilla.
miércoles, 28 de septiembre de 2022
Una presentación cargada de emotividad
viernes, 23 de septiembre de 2022
Hoy comienza el otoño
jueves, 22 de septiembre de 2022
Acto de presentación en el Colegio de Enfermería de Sevilla
El Acto de Presentación estará presidido por el vocal de cultura del ECOES Salvador Sobrá Calderón, coordinador del Departamento de Ocio y Cultura, quien estará acompañado en la mesa, como presentador del autor, por Juan Pablo Bellido Muñoz, decano del Colegio Oficial de Periodistas de Andalucía y editor de las cabeceras del grupo Andalucía Digital.
Cuentos minúsculos que se asoman a realidades sorprendentes es mi primera obra de ficción. El libro reúne una compilación de relatos, elaborados a lo largo de los años, que abordan una temática variada en la que lo onírico, lo imaginado o lo patológico condicionan conductas o sucesos que encubren una realidad oculta, sin duda sorprendente, que pasa desapercibida por la inmediatez de lo cotidiano.
Los asistentes al acto tendrán oportunidad
de escuchar, de primera mano, las motivaciones o los deseos que me impulsaron a escribir unas narraciones breves, pero intensas, que exploran la
complejidad de personajes y hechos singulares. Quedan, pues, todos invitados.
lunes, 19 de septiembre de 2022
Agraciado por un sueño…
El título de esta entrada hace un juego de palabras con el del cuento que inaugura e ilustra la portada de mi libro de relatos. Si el protagonista del cuento acaba "atropellado por un sueño", yo me he visto agraciado por un sueño… cumplido. Un largo sueño que me brinda diversos momentos agradables que me impiden despertar o me hacen soñar despierto. Desde que publiqué el libro, hace sólo un par de meses, no ha hecho más que darme satisfacciones, a pesar de los temores que me embargaban y que me mantenían preocupado y hasta nervioso.
La primera satisfacción fue ver la obra en la calle. Aunque
siempre acaricié la posibilidad de publicar un libro de relatos de ficción,
nunca lo creí probable, pensé que jamás lo conseguiría. La mera existencia
física del pequeño y humilde tomo de Cuentos minúsculos que se asoman a
realidades sorprendentes (Editorial Punto Rojo Libros) es, en sí,
motivo de una alegría indescriptible, la constatación de que un viejo sueño
estaba materializándose y se hacía realidad. Se cumplía, así, aquel deseo de
ver mis cuentos en forma de libro y no como simples folios grapados y guardados
en un cajón.
El segundo momento de sorprendente satisfacción fue la
acogida que ha tenido el librito entre amigos y familiares, no sólo por adquirirlo
en cuanto supieron de su existencia, sino por las críticas y comentarios
favorables que les ha generado su lectura, muchos de los cuales me los han hecho
llegar con inmerecida deferencia y generosidad. Como muestra, las reseñas que hacen
mi compañero y amigo Aurelio Freire Martín, que no duda declarar
sentirse “orgulloso de tener un amigo con esas dotes y esa sensibilidad para
escribir”. Y la del filólogo, compañero de mi hija, Javier Parejo, quien
dice tener “sana envidia” mientras lee unos cuentos que no le parecen “nada
minúsculos, sino contundentes”. Si estas manifestaciones no son parte de un
sueño cumplido, se le parece bastante.
Pero queda aún un tercer momento de este sueño tan grato y maravilloso. Dos amigos de ámbitos diferentes se confabulan para proporcionarme una inimaginable alegría. Salvador Sobrá, vocal de cultura y coordinador del Departamento de Ocio y Cultura del Excmo. Colegio Oficial de Enfermería de Sevilla (ECOES), me propone, sin habérselo pedido, organizar un acto de presentación del libro en la sede de la institución colegial. Este ha sido el único motivo afortunado que he tenido por estar colegiado durante toda mi vida laboral, admitiendo que siempre he sido contrario a la obligatoriedad de cualquier colegiación profesional. Salvador ha conseguido dos cosas: congraciarme con el Colegio y hacerme deudor de nuestra amistad.
Y para acompañarme en ese acto, la espontánea y generosa disposición
de otro amigo entrañable, Juan Pablo Bellido Muñoz, decano del Colegio
Profesional de Periodistas de Andalucía, quien se ha prestado a trasladarse
desde Córdoba para hacer una semblanza de mi persona a la hora de presentar al
autor del libro. Con seguridad, expondrá mi faceta periodística, la que me ha
permitido colaborar con él durante más de una década, y que es desconocida por
la mayoría de mis compañeros de Enfermería.
Este último episodio del sueño sacia todas mis expectativas.
Me colma de una satisfacción enorme y de un sentimiento de gratitud para con tantos
amigos, familiares, compañeros y desconocidos que, además de leer mi libro, me
honran con sus apreciaciones y muestras de afecto. Ojalá pudiera expresarles personalmente
a todos ellos mi agradecimiento más sincero durante el citado acto de
presentación en el ECOES, el próximo día 27 de septiembre, a las seis de la
tarde. Quedan, por tanto, todos invitados. Estar rodeado de tantos amigos es
ser agraciado por un sueño. Un hermoso sueño. Gracias.
jueves, 8 de septiembre de 2022
Despedida de Serrat
Anoche tuvimos la nostálgica fortuna de asistir en Sevilla al concierto que Joan Manuel Serrat ha celebrado en su gira de despedida “El vicio de cantar: 1965-2022”. Hacía cuarenta años que lo vimos por primera en directo, en la Plaza de España, cuando todos éramos insolentemente jóvenes y no nos importaba el futuro. Creíamos que era una cosa que estaba muy lejana… y, mira por dónde, nos ha atropellado casi sin darnos cuenta.
Tanto Serrat como la mayor parte del público congregado anoche en la Plaza de Toros, a orillas del Guadalquivir, lucíamos alopecia o canas, andábamos medio fastidiados de las rodillas y compartíamos algunas otras dolencias orgánicas que es mejor obviar. No en vano, hace cerca de medio siglo que el cantautor catalán se adueñó de nuestras emociones y sentimientos. Tanto, que anoche no pudimos reprimir en algunos momentos las lágrimas. La emoción por lo que Serrat fue -y es- en nuestras vidas es indescriptible, pues sin él y su música no seríamos lo que somos. Por eso nos hizo sentir que también nosotros hemos ido perdiendo fulgor en la mirada y ese beso en la piel, un beso en la piel, señora, que entonces creíamos imperecederos. Y es que también nosotros vamos despidiéndonos de lo que fuimos e incluso de lo que somos.
Fue una despedida mutua que encogió nuestros corazones y empapó nuestros ojos de una nostalgia líquida que ni la optimista melodía de hoy puede ser un gran día pudo reprimir. Gracias Serrat por venir personalmente a decirnos adiós a tus 77 años y despertar hermosos recuerdos imborrables que quedan inscritos en esas canciones que jamás olvidaremos y que anoche tarareamos con una emoción que brotaba a borbotones. Gracias... y hasta la próxima.