domingo, 1 de mayo de 2022

Trabajo y madre

Gracias a carambolas del calendario, hoy uno de mayo coinciden dos festividades el mismo día: Día de la Madre y Día del Trabajo. Lo que no reconocemos abiertamente, la casualidad del almanaque obliga a señalarlo con claridad: que las madres son las primeras trabajadoras de la sociedad de por vida y para la vida, cuya entrega y sacrificio solo suelen ser recompensados con una simple carantoña y una flor.

Hoy, y ojalá que siempre, debiéramos en justicia valorar el trabajo permanente de toda madre por generar una familia, criarla y sacarla adelante, con esa generosa disposición, sin reservas, a echar una mano cada vez que sea necesario. En ellas coinciden las circunstancias que hoy conmemoramos: ser madre y ser trabajadora, sin que puedan desligar una cosa de la otra y sin más remuneración que el cariño que muchas veces racaneamos. Porque, en estos tiempos tan egoístas, cuando los hijos recurren a las abuelas como guarderías que alivian sus ocupaciones y preocupaciones laborales, pensar que las madres no descansan nunca de trabajar debería llevarnos a reflexionar en, si no a cambiar de actitud, al menos en ser conscientes de todo lo que se les exige y lo poco que reciben de gratitud y hasta de afecto.

Y si hoy no nos damos cuenta de ello, al simultanearse ambas celebraciones, es que somos insensibles y ciegos. Feliz día, madres e incansables trabajadoras.   

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