domingo, 5 de junio de 2022

Escribo para ti.

Llevo dos entradas intentando explicar por qué escribo y no acabo de cerrar estas páginas virtuales que me permiten establecer algo parecido a dialogar, poder comunicar con unos lectores, en su inmensa mayoría anónimos. Hay una razón: escribo porque sucumbo al deseo que siempre me ha impulsado a querer contar a alguien lo que veo, conozco y siento. También por eso cursé periodismo, porque periodista es, según una definición canónica, gente que cuenta a la gente lo que le pasa a la gente. Alguien dedicado a contar lo que pasa. Ni más ni menos. Un instinto que caracteriza al ser humano desde que en la prehistoria se reunía alrededor del fuego al abrigo de una caverna. Con sonidos guturales intercambiaban sensaciones, impresiones o advertencias. Se contaban con gestos y gritos lo que sucedía en el entorno y entre ellos.

Yo hago lo mismo, pero haciendo uso de un sistema complejo estructurado de signos, es decir, mediante un lenguaje, con la finalidad de transmitir y recibir mensajes para comunicarme con mis semejantes y llegar a un entendimiento, comprender lo que acontece y, de alguna manera, forjarnos una visión de la realidad y de nosotros mismos. No hay más. Escribo porque es lo que más me gusta y lo mejor que sé hacer, aparte de soñar y sentirme fascinado por lo que el mundo y la vida me muestran.

Pero, todo el que escribe persigue, aunque no lo reconozca, un objetivo: que le lean. Y a estas alturas de mi vida, por fin he dado el paso más importante para un escritor: publicar un libro. Se trata de un volumen de ficción literaria, que reúne relatos elaborados a lo largo de los años, y que ya está a disposición de los lectores. Se titula Cuentos minúsculos que se asoman a realidades sorprendentes, publicado por editorial Punto Rojo Libros, y es una selección de historias (cuentos) que abordan (se asoman a) una realidad oculta, acaso patológica pero siempre sorprendente, que se manifiesta en conductas, delirios, fobias o fantasías de quienes viven presos en ella.

Es por ello que no es fácil comprender, por ejemplo, las relaciones que establecen algunas personas con sus animales domésticos o aquellas experiencias que hacen madurar a individuos atrapados en la pubertad e influidos por traumas infantiles, si no se inscriben en el contexto de esa realidad alternativa (sorprendente), a la que se asoman los cuentos que recoge el libro.

En opinión de un crítico (ajeno y desconocido), “cada uno de los relatos va evolucionando de una manera asombrosa, atrapando al lector en una espiral, a veces desasosegante, de la que no podrá salir hasta terminar el último párrafo de la última página”.

Es posible que les interese esta obra y deseen acceder a su contenido para disfrutar de su lectura tanto como yo de escribirla. Se podrá adquirir directamente a la editorial (info@puntorojolibros.com), a través de plataformas como Amazon o en librerías como La Casa del Libro y El Corte Inglés, entre otras. Si así fuera, no sólo se cumpliría el objetivo por el que escribo, sino que estaría en deuda de gratitud con sus lectores. Gracias anticipadas. 


 

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