lunes, 12 de agosto de 2024
Luna de agosto
Ese era el título de una canción de Radio Futura que describe
simbólicamente al astro que reina en la noche como una diosa con poder sobre
las cosechas, el vino y la naturaleza. En realidad, su influjo alcanza a los
seres vivos y, por supuesto, a las personas. No solo se nota en el crecimiento
de las plantas, también en el número de partos de las mujeres. Pero más allá de
su poder de atracción que determina las mareas de los océanos, la Luna es musa
de los poetas, objeto de adoración de los románticos y obsesión para los ojos
que la contemplan luminosa sobre la oscuridad de la noche. Sus formas han sido
siempre para el ser humano el misterio que ha despertado la búsqueda del
conocimiento y alumbrado la ciencia que ha posibilitado hollarla con las botas
blancas cubiertas de polvo selenita de los astronautas. No solo los gatos miran
embaucados su rostro, los humanos quedamos desde el principio de los tiempos
hipnotizados con su silente pero poderoso magnetismo nocturno y sus manchas grisáceas.
Hasta en fotos, como esta de Loli Martín, es hermosa. Y en agosto, cuando
miramos la noche con ojos insomnes, su reflejo brilla en nuestras pupilas como
sendas luminosas sobre el mar. Su presencia reconforta, pues nos permite entablar
esa conversación siempre aplazada con nosotros mismos. Bendita luna de agosto
que vela nuestros sueños.
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