domingo, 5 de marzo de 2023

Museo de la Imprenta*

Uno de los hitos más trascendentes en el progreso de la Humanidad se produjo en 1450, cuando Johan Gutenberg (1399-1468) inventó la imprenta, la máquina que permitiría reproducir textos escritos en mayor cantidad e indudable calidad. Se pasaba, así, de los códices o textos manuscritos por escribanos a libros que podían reproducirse con rapidez y en número indeterminado. El saber, por tanto, ya no quedaría restringido a reyes y cardenales, sino que pasaba a ser accesible a cualquier persona que supiera leer y pudiera permitírselo.

Uno de los museos que pueden visitarse en Madrid, aparte de los del Prado, Reina Sofía o Thyssen, es el de la Imprenta Municipal-Artes del Libro. En él, sin las aglomeraciones que caracterizan al resto de espacios museísticos, se puede contemplar  la historia de la imprenta, desde su invención hasta hoy, a través de las diversas máquinas impresoras y otras piezas de artes gráficas que allí se exhiben al visitante.

Un edificio de estilo regionalista, sede de la antigua imprenta municipal, situado muy cerca de la Plaza Mayor, alberga este museo atípico, inaugurado en 2011, que atrae, no a masas de turistas aborregados, sino a los amantes del libro, la escritura y de lo que materializa todo ello, la imprenta. Se trata de un espacio diáfano y no muy grande, pero tampoco excesivamente pequeño, que acoge una buena muestra de elementos de las artes gráficas que han jalonado la evolución de la imprenta y de la encuadernación artística y artesanal de libros a lo largo de siglos.

Desde la Biblia de 42 líneas, la primera obra impresa de Gutenberg, hasta el último panfleto propagandístico que te echan al buzón, todos ellos han sido posible gracias a ese ingenio mecánico para imprimir que democratizó y extendió el soporte escrito, la mejor manera de transmitir el conocimiento, a toda la población en todas partes del mundo. Una universalización de lo escrito debido a que la imprenta, tras ser inventada en Alemania, pronto se extendió a Italia y luego España, que la llevó al Nuevo Mundo.

Pero hablar de la imprenta es referirse también al papel (creado en China en el siglo II a C. y traído a España en el siglo X por los árabes), el principal elemento sobre el que actúa una imprenta. Y a la forma definitiva en que se agrupaban los textos impresos de muchas páginas: el libro. La encuadernación de un libro, al principio artesanal y laboriosa, suponía en sí misma una auténtica labor artística que requería de orfebres y grabadores. Posteriormente, se emplearon medios industriales que simplificaron y abarataron la producción y encuadernación de libros, convirtiéndolos en objetos asequibles. Toda ese conjunto de tareas para la impresión y encuadernación es lo que hoy se denomina artes gráficas, y cuya evolución se puede conocer en el Museo de la Imprenta  Municipal y Artes del Libro, de Madrid. Una visita muy recomendable, tranquila y enriquecedora. No se la pierdan.

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* A mi hijo Dani, impresor, con motivo de su cumpleaños.         

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