jueves, 7 de enero de 2021

Adiós, míster Trump.

La era Trump ha durado, afortunadamente, sólo cuatro años. El impresentable presidente de EE UU abandonará la Casa Blanca el próximo 20 de enero, cediendo a duras penas el sillón del Despacho Oval a Joe Biden, el ganador de unas elecciones que Donald Trump se ha resistido reconocer para dedicarse a elaborar artimañas legales e ilegales con las que retener el poder y alterar el resultado de las urnas.

Su última maniobra, que puede costarle consecuencias penales, ha sido lanzar a sus huestes al asalto del Capitolio, donde se han producido cuatro muertes y diversos heridos durante el enfrentamiento de la turba con la policía. Si tal hecho hubiera acontecido en Venezuela, la instigación de Trump a los desórdenes ya habría recibido las más enérgicas repulsas políticas, diplomáticas y hasta económicas, mediante el bloqueo comercial a un régimen que habría sido calificado de dictadura bananera.

El vergonzoso comportamiento de Trump en sus finales horas presidenciales puede reportarle consecuencias judiciales, si se demuestra su participación, como instigador y autor moral, en un suceso que los norteamericanos jamás hubieran imaginado: el cuestionamiento de su sistema democrático y la destrucción o desobediencia a sus instituciones, todo ello impulsado desde la propia Casa Blanca. Nunca antes un presidente norteamericano había hecho tanto daño a su país, dividiendo a la población y buscando el enfrentamiento y la crispación social, como el bochornoso Donald Trump.

Ojalá se refugie en sus torres hoteleras de decoración hortera de nuevo rico y se dedique, hasta el fin de sus días, a sus negocios y chanchullos empresariales, en los que las trampas, sus modales y su mediocridad le bastan para enriquecerse. Y que deje que el país sea dirigido por personas más capacitadas y decentes. Su patochada en la política ha durado demasiado tiempo, algo insoportable, no sólo para EE UU, sino para el resto del mundo. Adiós, míster Trump.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Este blog admite y agradece los comentarios de los lectores, pero serán sometidos a moderación para evitar insultos, palabras soeces y falta de respeto. Gracias.